Federación Unida de Planetas
La Federación Unida de Planetas
es una confederación de especies, principalmente humanoides,
y abarca parte del Cuadrante Alfa
y Cuadrante Beta.
Los ciudadanos de la Federación son
diversos y numerosos. La más importante institución
de la Federación, no respecto a la fuerza pero de interés,
es la Flota Estelar, una organización
científica, diplomática y defensiva destinada a explorar
nuevos mundos y civilizaciones.
La Federación se formó el 12
de octubre de 2161 en el planeta Babel, durante el despertar de
la guerra Tierra-Romulus,
por la unión de cinco razas, los Terranos, los de Alfa Centauri,
los Vulcanos, los
Tellarites y los Andorianos, para
su mutuo beneficio y protección.
Los derechos son garantizados por la Constitución
de la Federación Unida de Planetas, firmada en 2161.
La Federación se ha extendido rápidamente desde entonces
y ahora está compuesta por más de 150
planetas y con una extensión de 8000 años luz. Es
una unión voluntaria para el comercio, la exploración,
la diplomacia y la protección mutua.
Los artículos para la nueva Federación
fueron firmados por la Naciones Unidas de la Tierra, Epsilon Indi,
la Confederación de Planetas de Alfa Centauri, los Vulcanos
y la Confederación Tellarita, para proporcionar defensa común
contra la amenaza del Imperio
Romulano.
Esta Constitución, firmada en el planeta
Babel, tiene como puntos sobresalientes: libertad para todas las razas,
un gobierno democrático representativo y una flota estelar
para la defensa de la Federación y para adquirir más
conocimiento sobre el universo.
El gobierno de la Federación está
dividido en tres poderes: el Legislativo, conformado por el Concilio
de la Federación, el cual está compuesto por los representantes
de todos los planetas miembros; el Judicial, conformado por cortes
federales y una corte Suprema de Justicia; y el Ejecutivo, integrado
por el presidente de la Federación. El Concilio de la Federación
crea y modifica leyes para la UFP.
El presidente, con asistencia de su gabinete,
da fuerza a estas leyes y representa a la Federación en los
asuntos exteriores. Los jueces se encargan de juzgar a aquellos que
han infringido leyes y/o tratados con planetas miembros o no miembros.
El Concilio tiene su sede en la ciudad de
San Francisco, y la oficina del presidente en la ciudad de París,
ambas en el La Tierra.
Cada planeta miembro tiene el derecho a retener
su propia forma de gobierno, su propio ejército y agencias
de inteligencia. Un ejemplo de esto son los Vulcanos: su planeta es
gobernado por un Concilio y un grupo de ministros, posee una pequeña
armada estelar y tiene una agencia de inteligencia interior conocida
como la V'Shar. Los actos dentro de la Federación son regulados
por el Código Uniforme de Justicia.
La UFP tiene un sistema no monetario de créditos
para comerciar con otros mundos. El comercio estelar es principalmente
libre y no regulado, salvo ciertas cosas como el contrabando, las
drogas y las armas de destrucción masiva que están prohibidas.
Dentro de la Federación hay muchos
mundos que no son miembros; la mayoría de estos planetas son
poco desarrollados e interferir con su evolución está
prohibido por la Primera Directiva.
Cuando estos planetas han alcanzado un apropiado desarrollo cultural
y tecnológico son contactados y se los invita a unirse a la
Federación Unida de Planetas.
A pesar de que la UFP es de naturaleza pacífica,
su historia está plagada de conflictos y, desde su creación,
los romulanos han sido siempre una amenaza.
En 2218 se hizo contacto por primera vez con
una raza guerrera, el Imperio Klingon.
Relaciones desafortunadas en los primeros contactos llevaron a más
de medio siglo de violencia, hasta el Tratado de Organia en 2267,
seguido por la Conferencia de Khitomer en 2293. En 2350 se inició
una guerra con la Unión Cardassiana,
la cual finalizó con un cese al fuego y, posteriormente, con
un tratado de paz en 2366, pero incluso entonces las hostilidades
continuaron durante años.
El peligro mayor para la Federación
fueron las dos incursiones Borg, que produjeron
muchas pérdidas de naves y hombres e incluso amenazaron la
seguridad misma de la Tierra.
La última y gran amenaza que debió
enfrentar la Federación fue el
Dominio. En esta sangrienta guerra la UFP perdió más
del 40 por ciento de su flota y hombres, pero gracias a la ayuda de
sus aliados la guerra terminó pronto. En 2375 se firmó,
en la estación Deep Space Nine, el tratado que ponía
fin a las hostilidades y declaraba la rendición incondicional
de los Fundadores.