Directiva Omega - Molécula Omega
En 2274 un equipo de 127 científicos
de la Federación
Unida de Planetas, liderados por el profesor K'mtu Ketteract, estaban
trabajando en un experimento ultrasecreto llamado "Proyecto Omega"
en un centro de investigación clasificado en el sector Lantaru. La
meta del proyecto consistía en crear una fuente inagotable de poder
que llevaría el nombre de Omega.
El laboratorio quería demostrar que una sola molécula
"Omega" contiene el mismo poder que un núcleo warp,
lo que llevó a Ketteract a creer que una pequeña cadena
de moléculas Omega podrían sustentar una civilización
por innumerables años.
Ketteract, junto con varios cosmólogos, teorizaron que la molécula
Omega había existido antiguamente en la naturaleza, por un
período infinitesimal de tiempo, en el exacto momento del Big
Bang. Ketteract incluso postuló que la molécula Omega
fue la fuente principal de energía para la explosión
que dio origen a nuestro universo.
Los científicos fueron capaces de sintetizar una simple molécula
Omega, pero sólo por una fracción de segundos, ya que
ésta se desestabilizó y explotó, destrozando
el centro de investigación y matando a los 127 científicos.
Un inesperado efecto secundario de la explosión de la molécula
Omega fue una ruptura del subespacio con una extensión de 3,2
años luz. Luego de un minucioso estudio, la Flota
Estelar concluyó que una reacción en cadena envolvió
a un puñado de partículas Omega que se extendieron por
varios años luz, imposibilitando el viaje warp por esa región.
La Flota Estelar, en un intento de preservar toda información
de la destrucción del centro científico y el secreto
de la ruptura del subespacio, suprimió todo conocimiento del
experimento y fabricó la historia de un fenómeno natural
en el sector Lantaru que causó la imposibilidad de viajar en
warp en un radio de 3,2 años luz.
La Flota Estelar redacta en 2275 la "Directiva Omega", llamada
así debido a que es la última letra del alfabeto griego,
y se la eligió por representar una amenaza no solamente para
la Flota sino también para el resto de la galaxia. La Directiva
Omega obliga a todo capitán de una nave estelar que encuentre
una molécula Omega a que lo notifique inmediatamente a la Flota
Estelar. La directiva autoriza el uso de cualquier recurso o método
que sea viable para destruir una molécula Omega. La Directiva
Omega fue considerada necesaria debido al poder extremo que representa
y por ser una seria amenaza para las civilizaciones interestelares.
La Directiva Omega es tan importante que autoriza al capitán
de una nave que encuentre una molécula a violar la "Primera
Directiva" si es necesario para borrar todo conocimiento
de su existencia.